Cuentan . . . que en el campo . . .

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Cuentan . . . que el hombre desde que consiguió erguirse y sostenerse solo con dos pies sobre el suelo, ha buscado siempre métodos para reducir su esfuerzo físico y así obtener su ansiada “comodidad”, como el fuego, las armas para cazar, la utilización de los animales para el trabajo, y, un largo etc. . .

Desde mi punto de vista todo empezó con un único y gran invento, el cual ha dado lugar hasta nuestra actualidad a numerosos cambios de hábitos y costumbres, organizándonos siempre de diferentes maneras “en un principio para mejor”, pero, que ha afectado negativamente en otras sociedades, organizaciones y sinceramente a nuestro planeta azul. Os hablo de la rueda.

En otras épocas de nuestra historia fue de gran ayuda, facilitando mucho el trabajo del campo. Construían carros con animales atados a ellos y de esta manera éstos se encargaban de un esfuerzo físico. . . no remunerado, mientras “los hombres” por aquel entonces aún por evolucionar ya conseguían su ansiada “comodidad”.

Con el invento de la rueda, los carros y los animales encargados de su arrastre transcurrieron los días, con ellos las semanas, meses, años, décadas y siglos hasta nuestra actualidad. El trabajo del campo es básico para la existencia humana, difícilmente puedo imaginar una sociedad sin el duro y sacrificado trabajo rural.

Pues bien el hombre siempre persiguiendo la “comodidad”, empezó a diseñar otros carros, los cuales poder dar descanso a sus animales y ahí es donde empieza la historia que os voy a contar:

El otro día regresando de una de mis excursiones me encontré con una feria, de momento no os diré cual, pero me sorprendió gratamente su exposición. Mientras fotografiaba, se me ocurrió narrar un poquito el nacimiento del protagonista que ocupa hoy estas páginas, el cual a medida que vayáis leyendo lo iréis descubriendo.

El hombre en busca de la comodidad, pensó. . . -¿y si en lugar de montar un carro sobre cuatro ruedas y atar a mis animales para que arrastren y me aren la tierra, les doy otra utilidad?. Sin dejar de pensar y de madurar ideas, alguien presionó el “On” de su “bombilla”  y lo intentó en el año 1890 con vapor. Éste servía para arar el campo, pero se necesitaban dos, sujetos mediante un cable, colocándose  uno a cada lado del campo, intercalándose las direcciones (uno subía y otro bajaba). Resultaba caro aunque tuvieron cierto éxito.

Posteriormente hacia el año 1900 aparecieron los de gasolina, más baratos, éstos ya permitieron a los caballos conseguir su merecida “comodidad”, perdón “libertad”.

Haciéndole la competencia a la gasolina, fabricaron los que funcionaban con gasoil, aún más baratos (ahora no solo es comodidad, nuestra sociedad cada vez más exigente y evolucionada necesitaba “algo más” y descubrió otro nombre: “economía”).

Sus utilidades siempre han sido varias: desde la agricultura, la construcción, el remolque, el movimiento de tierras o el mantenimiento de espacios verdes, debido a su gran capacidad de adherencia a cualquier tipo de terreno.

Cuentan . . . que gracias a él han aumentado su productividad, tanto, que a día de hoy se dice que sus “amos” ya no son el aporte energético del trabajo sino simplemente unos “títeres más”, naturalmente, como no le dotan de inteligencia para hacer funcionar su propio motor, son los hombres ó los “amos” quienes lo tienen que pulsar, qué lástima, no? . . .

Si llegase el día en que las máquinas, tuviesen inteligencia y capacidad de rebelión, ¿qué sería de nosotros?.

Hubo un profesor: Doctor Eladio Aranda Heredia gran impulsor de la agricultura quien decía que “ellos, es decir estas maravillosas máquinas” eran los auténticos REYES en el campo.

Por si no sabéis aún que es, esta es su definición:

(Es una máquina automotriz provista de dispositivos de adherencia y que dispone de un enganche para remolcar arados u otras máquinas o vehículos. Están equipados con dispositivos adicionales que los convierten en auténticas fuentes de energía, consiguiendo una polivalencia de uso que los hace insustituibles en toda aquella agricultura mínimamente mecanizada, y se han convertido en maravillosas máquinas, comercializadas en casi todo el mundo, con una tecnología casi perfecta y con diseños cada vez más modernos, prácticos y atractivos).

Actualmente se utiliza el gasoil con gas natural comprimido haciéndolo más barato y otorgándole una mayor capacidad de rendimiento.

Formado por el  chasis, motor, transmisión, con su caja de cambios, diferencial, embrague, reducción final, palieres, ruedas, toma de fuerza, polea, alzamiento hidráulico, enganche ,dirección, frenos, y diría que ya está, es una máquina imprescindible e irremplazable que siempre cuida de la comodidad de sus amos, antes ahora y después.

Quizá haya alguna revolución o quizá no, pero si la hubiese como “Tractores”, creo que sus amos siempre serían los “Pulsadores del botón On”.

Liliana Castillo Girona

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