El movimiento obrero

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Para este primer número de Cornellà: Cinturón Rojo, nos parece oportuno recordar el cómo y el porqué de la unión de los trabajadores a nivel mundial. A través de los siguientes números iremos viendo, enmarcado en el contexto político mundial, porqué Cornellà se unió al movimiento obrero en lucha.

A grandes rasgos la cosa fué mas o menos de la siguiente forma:

PRIMERO DE MAYO

La revolución industrial se produjo en el período que va desde la segunda mitad del siglo XVIII hasta principios del XIX, donde en Europa se logran las transformaciones más importantes de la historia de la humanidad.

Las labores manuales, fueron desplazadas por la manufactura mecanizada, los trabajos textiles así como la transformación de metales, gracias a la maquinaria, se efectuaban en grandes cantidades, una de las innovaciones tecnológicas mas importantes fue la máquina de vapor, y la locomotora, el comercio se benefició con mejores rutas de transporte.

Aquí tenemos, que dando paso a la fabricación en serie se aumenta la producción disminuyendo el tiempo y con una cualificación de mano de obra menos especializada, reduciendo los gastos, o sea, aumentando los beneficios.

De ahí surge el Movimiento Obrero como consecuencia de la falta de derechos que existía en las fábricas, con jornadas de mas de doce horas, preferiblemente niños, puesto que tenían un sueldo sustancialmente inferior.

Las primeras manifestaciones del movimiento obrero, provienen del obrero inglés Ned Ludd, que en 1779 quemó un telar, propiciando el “ludismo” destruyendo maquinaria, hasta que cayeron en la cuenta de que no eran las máquinas las culpables, sino que los empresarios, a quienes empezaron a dirigir las quejas.

De esta forma nació el sindicalismo, como herramienta frente al capitalismo. Los gobernantes  prohibieron todo tipo de asociaciones, por lo que pasaron a la clandestinidad siendo objeto de persecuciones y despidos.

Todos estos conflictos dieron paso la Lucha de Clases, tomaron conciencia de que pertenecían a una clase social diferente, teniendo que luchar contra ello, el arma mas importante era la huelga, paralizando la producción de las fábricas es como ejercían mas presión.

A finales del siglo XIX, Chicago era la segunda población más importante de Estados Unidos, por ferrocarril acudían cientos de miles de emigrantes formando las primeras villas humildes.

Una de las principales reivindicaciones fue la jornada de ocho horas, ocho horas para dormir, ocho para descansar y ocho para trabajar. En 1886 Los sindicatos habían resuelto que si el día uno de Mayo no estaba establecida la jornada de ocho horas, se iniciaría una huelga.

La prensa del día anterior decía “Además de las ocho horas, los trabajadores van a exigir todo lo que puedan sugerir los mas locos anarquistas”.

New York Times : Las huelgas para obligar al cumplimiento de las ocho horas pueden hacer mucho para paralizar nuestra industria, disminuir el comercio y frenar la renaciente prosperidad de nuestra nación, pero no lograrán su objetivo.

Philadelphia Telegram : El elemento laboral ha sido picado por una especie de tarántula universal y se ha vuelto loco de remate: piensa precisamente en estos momentos en iniciar una huelga por el logro del sistema de ocho horas.

Indianápolis Journal : Los desfiles callejeros, las banderas rojas, las fogosas arengas de truhanes y demagogos que viven de los impuestos de hombres honestos pero engañados, las huelgas y amenazas de violencia, señalan la iniciación del movimiento.

El 1 de Mayo de 1886, 200.000 trabajadores lo habían conseguido con la simple amenaza de paro, pero otros 200.000, tuvieron que acudir a la huelga, en Haymarquet Square (Chicago) las
condiciones eran peores, la huelga siguió el día 2 y 3 de Mayo, la única fábrica que trabajaba era la de maquinaria agrícola McCormick que estaban en huelga desde el 16 de Febrero porque querían descontar a los trabajadores una parte del salario para construir una iglesia, la producción se mantenía a base de esquiroles.

El día 3 se celebraba una concentración en frente de sus puertas, cando sonó la sirena de los antidisturbios y se produjo una pelea campal, una compañía de policías, sin previo aviso, comenzó a disparar a quemarropa sobre los manifestantes produciendo seis muertos y docenas de heridos.

Adolph Fischer, redactor del rotativo Arbeiter Zeitung Imprimió 25.000 octavillas :

Trabajadores: la guerra de clases ha comenzado. Ayer, frente a la fábrica McCormick, se fusiló a los obreros. ¡Su sangre pide venganza!¿Quién podrá dudar ya que los chacales que nos gobiernan están ávidos de sangre trabajadora? Pero los trabajadores no son un rebaño de carneros. ¡Al terror blanco respondamos con el terror rojo! Es preferible la muerte que la miseria.Si se fusila a los trabajadores, respondamos de tal manera que los amos lo recuerden por mucho tiempo.

Es la necesidad lo que nos hace gritar: ¡A las armas!.

Ayer, las mujeres y los hijos de los pobres lloraban a sus maridos y a sus padres fusilados, en tanto que en los palacios de los ricos se llenaban vasos de vino costosos y se bebía a la salud de los bandidos del
orden…

¡Secad vuestras lágrimas, los que sufrís!

La proclama terminaba convocando un acto de protesta para el día siguiente, el 4 de mayo, a las cuatro de la tarde, en Haymarket Square. Se consiguió un permiso del alcalde Harrison para hacer un acto a las 19.30.

Cuando el alcalde lo dio por terminado, el acto persistía con la concurrencia de mas de 20.000 personas, cuando el inspector de policía John Bonfield junto con 180 policías mas comenzó a dispersar a los asistentes, cuando entre los policías estalló un artefacto explosivo causando la muerte al oficial de policía Degan y produciendo heridas a otros efectivos. La policía abrió fuego sobre la multitud , matando y causando heridas a un número indeterminado de obreros. Se declaró el estado de sitio y el toque de queda, detuvieron a centenares de trabajadores que fueron torturados, acusados del asesinato de el policía. Allanaron y registraron domicilios divulgando falsamente el hallazgo de sendos arsenales.

¡Tened coraje, esclavos! ¡Levantaos!.

La prensa en general se unió a la represión y realizó una campaña apoyando y animando la misma con columnas como esta:

Qué mejores sospechosos que la plana mayor de los anarquistas. ¡A la horca los brutos asesinos, rufianes rojos comunistas, monstruos sanguinarios, fabricantes de bombas, gentuza que no son otra cosa que el rezago de Europa que buscó nuestras costas para abusar de nuestra hospitalidad y desafiar a la autoridad de nuestra nación, y que en todos estos años no han hecho otra cosa que proclamar doctrinas sediciosas y peligrosas!.
El 21 de Junio de 1986, comenzó el juicio contra 31 responsables, luego se redujeron a 8. El juicio fue una farsa y se realizó sin respetar norma procesal alguna y sin pruebas, los ocho fueron declarados culpables de ser enemigos de la sociedad y el orden. Tres fueron condenados a prisión y cinco a la horca.

La sentencia

Prisión

  • Samuel Fielden inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil (cadena perpetua)
  • Oscar Neebe estadounidense, 36 años, vendedor (quince años de trebajos forzados)
  • Michael Schwab alemán, 33 años, tipógrafo (cadena perpetua)
Hablaré poco, y seguramente no despegaría los labios si mi silencio no pudiera interpretarse como un cobarde asentimiento a la comedia que se acaba de desarrollar. Lo que aquí se ha procesado es la anarquía , y la anarquía es una doctrina hostil opuesta a la fuerza bruta, al sistema de producción criminal y a la distribución injusta de la riqueza. Ustedes y sólo ustedes son los agitadores y los conspiradores.
Michael Schwab
Muerte en la Horca

El 11 de Noviembre de 1887 se consumó la ejecución de:

Solamente tengo que protestar contra la pena de muerte que me imponen porque no he cometido crimen alguno… pero si he de ser ahorcado por profesar mis ideas anarquistas, por mi amor a la libertad, a la igualdad y a la fraternidad, entonces no tengo inconveniente. Lo digo bien alto: dispongan de mi vida. Adolf Fisher
  • Albert Parsons (estadounidense, 39 años, periodista, aunque se probó que no estuvo presente en el lugar, se entregó para solidarizarse con sus compañeros y fue ejecutado
    igualmente):

El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual solo vive por medio de la represión y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme. Albert Parsons

Honorable juez, mi defensa es su propia acusación, mis pretendidos crímenes son su historia. [...] Puede sentenciarme, pero al menos que se sepa que en el estado de Illinois ocho hombres fueron sentenciados por no perder la fe en el último triunfo de la libertad y la justicia. Hessois Auguste Spies
  • Louis Lingg (alemán, 22 años, carpintero) para no ser ejecutado se suicidó en su celda:
No, no es por un crimen por lo que nos condenan a muerte, es por lo que aquí se ha dicho en todos los tonos: nos condenan a muerte por la anarquía y puesto que se nos condena por nuestros principios, yo grito bien fuerte: !soy anarquista¡ Los desprecio, deprecio su orden, sus leyes, su fuerza, su autoridad. !Ahórquenme¡. Louis Lingg

José Martí , corresponsal en Chicago del periódico La Nación de Buenos aires, relata la siguiente crónica:

…salen de sus celdas. Se dan la mano, sonríen. Les leen la sentencia, les sujetan las manos por la espalda con esposas, les ciñen los brazos al cuerpo con una faja de cuero y les ponen una mortaja blanca como la túnica de los catecúmenos cristianos. Abajo está la concurrencia, sentada en hilera de sillas delante del cadalso como en un teatro… Firmeza en el rostro de Fischer, plegaria en el de Spies, orgullo en el del Parsons, Engel hace un chiste a propósito de su capucha, Spies grita: “la voz que vais a sofocar será más poderosa en el futuro que cuantas palabras pudiera yo decir ahora». Les bajan las capuchas, luego una seña, un ruido, la trampa cede, los cuatro cuerpos caen y se balancean en una danza espantable… José Martí

A finales de mayo de 1886 la patronal accedieó a otorgar la jornada de ocho horas. El éxito fue tal, que la Federación de Gremios y Uniones Organizadas expresó su júbilo con estas palabras: “Jamás en la historia de este país ha habido un levantamiento tan general entre las masas industriales. El deseo de una disminución de la jornada de trabajo ha impulsado a millones de trabajadores a afiliarse a las organizaciones existentes, cuando hasta ahora habían permanecido indiferentes a la agitación sindical“.

Por acuerdo del Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional, celebrado en París en 1889, el 1 de Mayo es considerada jornada reivindicativa y de homenaje a los Mártires de Chicago.

+ Informació relacionada

Lucy Eldine González Parsons

(1853 – 7 de marzo de 1942) fue una dirigente laboral radical y una anarquista comunista estadounidense, recordada por su poderosa oratoria, una de las más influyentes de su tiempo.

Revolución industrial

Movimiento Obrero

Ned Ludd

Arbeiter Zeitung

Haymarquet Square

Samuel Fielden

Oscar Neebe

Michael Schwab

Georg Engel

Adolf Fisher

Albert Parsons

Hessois Auguste Spies

Louis Lingg

Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional

  1. santiago sanchez diu:

    Me parece una iniciativa genial, todavia no he podido ojearla con detenimiento, pero prometo que lo hare.
    Enorabuena!

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