Destilerías y licores, Pere Corominas
Entre el entramado industrial de Cornella, se establecieron varias destilerías artesanales de extractos de hierbas y especias aromáticas, que se utilizaban para la extracción de las esencias y jarabes, que con la adicción de los alcoholes de graduación adecuada, y siempre respetando los porcentajes de la formulas de elaboración de cada clase de licor, se procedía a la mezcla y micro filtración de todos los ingredientes, necesarios para la elaboración y embotellado de los licores.
Alrededor del año 1950, en un descampado, popularmente conocido como el antiguo campo de rugby, situado entre la Carretera de Esplugues, y la calle Mn. Jaume Solé, a la altura de Dr. Ferrán, se edificaron unas naves de planta industrial, situadas en la que hoy conocemos, como calle Cornella Moderno, donde se instalaron las: Destilerías Pere Corominas.
En estas instalaciones, tres generaciones de la Familia Corominas elaboraron toda clase de bebidas y jarabes, de diversos sabores, entre los que destacaron principalmente los de Almendra, Grosella, y Menta, que disueltos en un vaso de agua fresca constituían un agradable y económico refresco sin alcohol, en tiempo de verano.
Además de la fabricación y distribución por parte de España, de sus extractos y jarabes, embotellados, la producción y embotellado de licores, de variada graduación alcohólica, como los coñacs, ginebras, anises, cremas o ponches de sabor a café, de naranja, cacao, etc., que junto a los anises digestivos de la marca “El Lobo”, y el “Cordial Perikec”, alcanzaron una gran estimación por los consumidores, en el mercado de Catalunya y el País Valenciá principalmente.
Cinco años después de la puesta en marcha de esta industria, en la ya remodelada Plaza Marsans, la Familia Corominas, (su hija Laura,) abría al publico un establecimiento para la venta al detall, de vinos y lógicamente toda la gama de licores por ellos elaborados.
Así continuó prestando servicio a sus clientes, hasta finales de la década de los 90, que por motivos de jubilación decidieron poner fin al negocio, cerrando sus puertas definitivamente.
Manuel López Córcoles.
Documentación grafica: L’Avans de Cornellá/ Manuel López Córcoles