Saúco (Sambucus Nigra)

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El hombre lleva valiéndose de las propiedades del Saúco desde la edad de piedra, la cual ha sobrevivido hasta nuestros tiempos pudiéndola encontrar cerca de zonas habitadas. Tanto sus flores como sus frutos son comestibles y medicinales.

A: Descripción y características

El saúco es un arbusto o árbol perenne de entre 2 y 10 metros de alto. Sus hojas son dentadas y desprenden un olor poco agradable. Las flores están formadas por 5 pétalos, 5 sépalos y 5 estambres con anteras amarillas. Las bayas primero son verdes y cuando maduran se vuelven muy oscuras (negras). El tallo es hueco y frágil siendo la médula de color blanco.

No se debe confundir con el Sauquillo o Yezgo (Sambucus Ebulus), cuyos frutos tienen una apariencia similar, pero son venenosos. Es fácil, no obstante, diferenciar ambas plantas, pues, mientras el saúco es un arbusto, el Sauquillo es una planta herbácea de no más de 2 m de alto.

Los frutos y las flores de Saúco son comestibles. Los primeros se pueden preparar en zumos, mermeladas, jaleas, salsas, sopas, etc. Deben consumirse siempre maduros, ya que cuando están verdes son tóxicos.

En cuanto a las semillas hay que tener cuidado porque aún habiendo completado el ciclo de su maduración, son indigestas por lo que conviene no abusar del fruto en crudo. Al cocinarlo se vuelve inocuo.

B: Propiedades Medicinales

El Saúco es uno de los mejores sudoríficos (estimula la transpiración). Es depurativo (colabora en la purificación sanguínea eliminando toxinas), diurético y antiinflamatorio.

Se emplea habitualmente en forma de infusión para tratar resfriados, gripes, enfriamientos y catarros, aunque no necesariamente hay que estar enfermo para tomarlo. Como medio preventivo funciona muy bien.

Para tratar las afecciones de la piel se utiliza la bebida o el zumo con una compresa (eccemas y otras dermatosis).

Hay quien la recomienda para aliviar los hemorroides y quemaduras leves.

En la conjuntivitis, además de emplear compresas también se pueden realizar lavados de ojos con la infusión de las flores.

Las propiedades medicinales se encuentran en las flores, los frutos, las hojas, y la segunda corteza, aunque en la actualidad se emplean sólo las flores.

C: Bebidas e infusiones

Con las bayas de Saúco se pueden preparar zumos prensando los frutos con un paño limpio. También se pueden preparar licores.

Licor de Saúco por Manuel Durruti

Ingredientes: 1,5 Kg. de bayas de saúco, ¾ de litro de aguardiente o coñac u otro licor, 750gr de azúcar, 4 clavos de especia, 1 barrita de canela en rama.

Se echan las bayas en una botella de cuello ancho y se cubren con el aguardiente, se tapa y se deja reposar 6 semanas. Se cuela y se prensan los frutos para obtener todo el jugo, al cual se le añade en una cacerola: el azúcar, los clavos y la canela. Se hierve a fuego lento durante 15 minutos. Se llenan las botellas y se deja reposar unas semanas antes de tomarlo.

Las flores de Saúco también se han empleado para aromatizar vinos.

Infusión de flores

Se prepara con dos cucharaditas llenas de flores frescas o secas en ¼ de litro de agua hirviendo. Se deja reposar unos minutos y se toma tres veces al día.

Infusión de hojas

La infusión de hojas tiene propiedades medicinales parecidas a la anterior, pero su olor no es demasiado agradable. Se prepara de forma similar con dos cucharaditas rasas de hojas.

D: Cultivo y recogida de flores

El saúco se cultiva en campos y jardines desde hace mucho tiempo aunque también existe en zonas montañosas como el Pirineo Oriental. Todo y no tener sus hojas un olor agradable, entre finales de primavera y principios de verano se cubre de bonitas flores blancas. Este árbol o arbusto ofrece refugio y alimento a muchas aves.

Prefiere zonas soleadas o parcialmente sombreadas, suelos frescos y con cierta humedad. Se siembra en otoño o primavera, también se puede reproducir por esquejes. Las flores se recogen de Mayo a Julio, se extienden en un lugar abrigado para que se desprendan de los pedúnculos y se dejan secar. Las hojas se recogen verdes y jóvenes (no maduras) y se secan al aire.

E: Otros usos y curiosidades

Como hemos dicho, el hombre se ha valido del Saúco desde la edad de piedra, como alimento, medicina, en ritos religiosos y mágicos, como planta de jardín, e incluso para fabricar silbatos valiéndose de su madera hueca.

Las hojas quemadas se han empleado como insecticida y la infusión de las hojas como repelente de mosquitos, y, sobre las plantas para protegerlas de pulgones y orugas.

Su madera en cambio no es un buen combustible por ser frágil y ligera.

Por último hay quien recomienda los cigarrillos hechos con hojas secas de Saúco para dejar de fumar.

Manuel López Corcoles

Liliana Castillo Girona

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